En general la actividad de la construcción durante 2018 fue positiva, puesto que consolidó su proceso de recuperación económica. Tanto los indicadores parciales del índice mensual de la actividad de la construcción (IMACON) como las expectativas empresariales mostraron mejores resultados, en conjunto con un escenario político-económico menos incierto para la inversión. En este contexto, se estima que la inversión en construcción habría promediado un crecimiento de 4% anual en 2018, por sobre los
EL MERCURIO – “En general la actividad de la construcción durante 2018 fue positiva, puesto que consolidó su proceso de recuperación económica. Tanto los indicadores parciales del índice mensual de la actividad de la construcción (IMACON) como las expectativas empresariales mostraron mejores resultados, en conjunto con un escenario político-económico menos incierto para la inversión. En este contexto, se estima que la inversión en construcción habría promediado un crecimiento de 4% anual en 2018, por sobre los registros recesivos de los últimos años”, afirma Javier Hurtado, gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
Sin embargo, señala, este repunte no se ha traducido necesariamente en un crecimiento de todos los indicadores de la construcción.
Hay uno, por ejemplo, que mostró un retroceso: el índice de ventas reales de proveedores, que cayó 5,7%. “Esto se explica por la menor cantidad de ventas reportadas durante el año”, indica el experto de la CChC.
Sin embargo, indica el ejecutivo, sí hay un aumento del índice de despacho de materiales (9,1%), que se atribuye al comportamiento de la demanda de materiales de obra gruesa de construcción, principalmente en la provisión de hormigón y cemento.
Y respecto de la actividad de contratistas generales, señala que esta ha venido en aumento desde la segunda mitad de 2018, alcanzando un máximo de 21% en diciembre.
“Esto se explica por una base de comparación menos exigente. De este modo, su ritmo de crecimiento responderá a la materialización de los proyectos de inversión esperados para este año, lo que podría generar un ajuste en el indicador”, indica.
Respecto de las proyecciones para 2019, asevera que el rango de crecimiento anual para la inversión sectorial es, en promedio, de 4,6%, resultado de las iniciativas de inversión de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) y los montos de inversión aprobados de grandes proyectos del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA), en comparación a lo observado el año previo.
No obstante, afirma, “entre los principales riesgos (internos) para el sector, destaca la escasa rotación de la cartera de proyectos que ingresan al SEA, el retraso en la materialización del programa de concesiones, y las excesivas regulaciones a la densificación y uso del suelo. Por otra parte, el IMACON continúa mostrando tasas positivas de crecimiento (2,4% promedio durante 2018), pero a un ritmo más moderado respecto de lo observado meses atrás. Esto es coherente con el menor ritmo de expansión de las expectativas empresariales y de la actividad económica observada a fines de año e inicios de 2019”.
LAS PROYECCIONES
De acuerdo a estimaciones de la CChC, la inversión en infraestructura pública en 2019 registraría un crecimiento de 2,7%, debido al recorte en partidas relevantes como salud y educación, solo parcialmente compensadas por alzas en obras públicas e inversión regional.
En concesiones, la inversión en 2019 alcanzaría los US$ 924 millones, impulsada por proyectos de gran envergadura.
En cuanto a la inversión en infraestructura productiva privada, esta alcanzaría en 2019, los US$ 11.720 millones, de los cuales US$ 5.789 millones corresponden a gasto en construcción, ubicándose levemente por sobre lo observado en 2018 e impulsado por un dinamismo de proyectos asociados a minería privada.
En cuanto a la inversión en vivienda, se proyecta un crecimiento de 4,6% en doce meses para 2019.